En esta ocasión, he probado a realizar un aceite de ortigas, aun lo tengo macerando, es un experimento, a ver que sale, no he visto que nadie lo hiciera antes…

Ingredientes (1,5 litros):

300 g de hojas de ortiga tiernas

1 litro de aceite de oliva

Preparación:

Para empezar, sabréis que las ortigas poseen propiedades urticantes (pican o provocan escozor en la piel).

Para evitar este efecto de las ortigas, debéis saber que esos pinchitos, los cuales provocan esa irritación en la piel, están situados en la parte inferior de sus hojas, estos pinchitos se eliminan con un lavado con agua.

La faena viene, teniendo que ir al campo y recolectar las ortigas, cuando tengamos suficientes ortigas vamos a casita y les damos un profundo lavado (sin olvidar utilizar guantes) y las dejamos escurrir un rato para que no manchemos todo de agua.

Ya solo nos resta, ponernos una película, sentarnos delante de la televisión y armarnos de paciencia para ir arrancando hojita a hojita, desechando sus tallos y coleccionar las hojas en un recipiente.

Antes de utilizar las hojas les damos un segundo lavado con agua, para asegurarnos que no le quedan restos de tierra o de sus agujitas y dejamos escurrir bien de nuevo.

Una vez escurridas las introducimos en un recipiente apto para usar la batidora y les añadimos el aceite.

Trituramos todo e introducimos en una botella con la ayuda de un embudo.

Dejamos reposar un par de semanas, removiendo bien una vez al día para que el aceite se impregne bien de la ortiga.

Creo que quedaría mejor cociendo antes las ortigas, pero perderíamos muchas de sus propiedades por efecto del calor, todo cuestión de experimentar.