En esta ocasión, voy a empezar a releer un libro, el cual hace un montón de años que leí, se trata de un libro del Dr Wayne W. Dyer, titulado "Tus zonas erróneas”, en sus tiempos, con mi mente aun blandita y poco critica recuerdo que me gusto, pero, la verdad, no recuerdo muy bien de que trataba, ni que nos enseñaba, por ese motivo,  me he decidido a releer e ir compartiendo con vosotros cada uno de sus capítulos.

Su primer capítulo se llama "Haciéndote cargo de ti mismo”.

Empieza así:

La esencia de la grandeza radica en la capacidad de optar por la propia realización personal en circunstancias en que otras personas optan por la locura.

De entrante, nos escribe sobre algo tan temido como la muerte… nos dice que la podemos temer o usarla en beneficio nuestro.

Creo que debería quedarnos claro que debemos usarla en beneficio nuestro.

Muchos os preguntareis ¿Cómo usar la muerte en nuestro propio beneficio?

Realmente, si comparamos nuestra vida con la eternidad, es algo muy breve, como muy bien nos pregunta Dyer…

¿Debemos evitar las cosas que queremos hacer? ¿Debemos vivir la vida como los demás quieren que la vivamos?

Pues queda clarísimo, tanto desde el punto de vista de Dyer, como del mio propio, que nuestra vida es nuestra, nuestra vida la debemos vivir nosotros y no ser servidores del mundo, tampoco hemos de irnos al extremo de avasallar el mundo y obligar al mundo a que este a nuestros pies, comprendiendo que nuestros derechos terminan donde empiezan los de los demás, tendremos mucho ganado para acercarnos a eso tan ansiado que llamamos felicidad (sin olvidar que en muchas ocasiones tenemos la felicidad y un triste grano nos impide verla).

Aunque existe un dicho, que ciertamente opino que es muy cierto… "solo los tontos son felices”, para ser feliz es importante tener la mente desarrollada y en lugar de hundirse en el mas irrisorio de los problemas, debemos utilizar esa inteligencia que todos poseemos para buscar soluciones a esos problemas.

Para medir nuestra inteligencia existen numerosos test e inteligencia, entre ellos, si a alguien le apetece medirse puede probar el que os enlazo a continuación en la web Área Ciencias.com.

Estamos acostumbrados a conformarnos con nuestros propios sentimientos, pero no deberíamos conformarnos.

¿Quién debe gobernarlos? ¿Nosotros o factores externos?

Está claro que debemos gobernarlos nosotros, para ello son nuestros propios sentimientos.

¿Por qué nuestros sentimientos pueden hacernos sentir desgraciados, si somos nosotros los que los controlamos?

Realmente esto ocurre por el sencillo motivo que estamos acostumbrados a pensar que los sentimientos son los que son y no podemos hacer nada por evitarlos.

Pero si nuestra mente puede hacer cosas tan maravillosas como permitirnos enviar un SMS con el asqueroso teclado habitual de un teléfono, montar los mecanismos de un reloj… ¿por qué no dominar con nuestro poderoso cerebro infrautilizado algo tan simple como un sentimiento?

Realmente es muy simple, es solo querer realizarlo y aprender a entrenar a nuestra mente, para que nuestra mente sepa que quien manda somos nosotros no ella.

Ciertamente, ahora os hablo de mi condición personal, recuerdo que hace unos años tenía miedo al jefe, se trataba de un jefe gritón y exigente… (aún es mi jefe, ahora en otra empresa).

Ciertamente me hacía sentir mal cuando había solucionado un problema, o por lo menos lo había intentado y si no estaba correctamente solucionado, mi trabajo consistía en regresar a solucionarlo, hablar con el cliente en la mayoría de los casos, darle una explicación de lo ocurrido, pero, por si no estaba resuelto (independientemente de estarlo o no) primero la bronca…

Más adelante, tome la tónica de pelearme con el jefe, si "yo” consideraba que no tenía razón el jefe, me enfrentaba a él, defendiéndome de sus ataques.

Ahora, (que he reconocer que mi jefe se ha tranquilizado bastante, por motivos suyos personales), aprovechando que ataca menos, mejor callar, escuchar y opinar para mi, termino antes de escucharlo, se cabrea menos él y me cabreo menos yo…

Pero por eso no me considero un inútil, ni que mi trabajo este mal realizado, simplemente, se que él es así, paciencia y una caña, cuando se vean los resultados ya lo entenderá y si no lo entiende, tengo una lengua bien hermosa para decírselo yo.

Un gran grano que aun no he conseguido eliminar, es con mi mujer, que es tan gruñona o más que el jefe.

Reconozco que mi mujer es un tesoro, la quiero un montón, pero cuando me empieza a gruñir por alguna tontería (siempre son tonterías), o con su impaciencia, por el motivo de que se ha roto algo y quiere que le funcione ayer, esa sí que es mi tarea de aprender a dominarme y comprender lo que he comprendido del jefe… ella es así, cuando le da por gruñir, mejor ir a tomarse un café  dejarla con sus gruñidos a esperar que se le pase… espero que antes de ser pasto de gusanos lo consiga… pero aun no lo he conseguido, casi veo más fácil que ella deje de gruñir, misión imposible…

Realmente nuestra mente es un órgano muy potente, tan potente que algunas personas lo utilizan para llamar la atención a los demás, creándose dolores y enfermedades ficticias que tanto ellas, como sus propios médicos se creen, pero realmente no son enfermedades, si no una forma de llamar la atención de los demás

Hemos de aprender a vivir el presente y no anclarnos en sentimientos antiguos.

En este presente que vivimos, hemos de ir preparando el camino para el futuro, pensar cuales serán nuestros próximos pasos en la vida, pero ni estar anclados en alguna situación pasada o estar acongojados o emocionados por un futuro lejano, simplemente hemos de saber sacar provecho al momento actual que estamos viviendo y sembrar para ese futuro próximo que se nos acerca velozmente.

En su último párrafo de su primer capítulo de su libro TUS ZONAS ERRONEAS el Dr. Wayne W. Dyer nos dice:

"Tú puedes escoger lo que más te convenga, y tus momentos presentes son tuyos para que tú los disfrutes, si realmente decides estar a cargo de ti mismo.

Frase que comparto totalmente, tu apreciado lector ¿qué opinas?