Para realizar esta receta, sí que es necesaria una buena dosis de paciencia, aún me duele el dedo gordo de pelar castañas… aunque el resultado merece la pena.

Ingredientes (9 unidades):

½ kg de castañas

½ l de leche

2 huevos

25 g de mantequilla

4 cucharadas soperas colmadas de azúcar

Esencia de vainilla

Preparación:

Comenzamos por hacer un corte en la piel de las castañas con la ayuda de un cuchillo.

Las cocemos unos 15 minutos en agua para pelarlas con más facilidad.

Las dejamos escurrir y enfriar un poco, para no quemarnos y las pelamos.

Colocamos las castañas peladas en una olla, junto con la leche, el azúcar y la vainilla.

Dejamos cocer a fuego lento, removiendo de cuando en cuando, hasta que las castañas estén tiernas.

Trituramos con la batidora y añadimos las yemas de los huevos mezclando bien.

Subimos las claras a punto de nieve, mezclándolas con nuestra crema de castañas.

Aceitamos un molde de silicona y lo rellenamos con la mezcla.

Como me sobro un poco de crema, en la bandeja puse un segundo molde más pequeñito.

Se hornea a 175º durante alrededor de una hora, partiendo de horno caliente.

Pinchar, para observar si está listo con un palillo o el palo de una brocheta, cuando salga limpio estarán listos nuestros pudings individuales.