08:48:53 Sentimiento de exaltación |
Después de unos días
de descanso, de mi desgastado teclado por motivo de haber estado de viaje,
vuelvo a comenzar a escribir un nuevo post, casi cada día. En esta ocasión volvemos a tocar el tema de la psicología y
la infinidad de sentimientos que genera nuestra complicada mente. Hoy tocaremos el sentimiento de exaltación, el cual consiste
en una modificación del sentimiento afectivo, caracterizado por sentimientos de
euforia. La alegría consiste en uno de los mejores sentimientos
sanadores, puesto que con la alegría, en muchas ocasiones se cierran viejas
heridas, por lo cual la alegría tiene un gran poder terapéutico. Ciertamente, tanto la exaltación como la euforia, son mucho
más que alegría, son un sentimiento extremo, un sentimiento opuesto al
abatimiento y la depresión. Modernamente los psiquiatras, definen esta forma de trastorno
de estado de ánimo, denominado trastorno ciclotímico (ciclotimia), que se
caracteriza por estados de ánimo muy elevados (hipomanía), alternándose con
estados depresivos que pueden ir acompañados de ansiedad. El estado de ánimo normal se denomina eutimia, está situado
entre la hipertimia (excesiva euforia y exaltación) y la distimia (depresión) o más radicalmente la manía y la
depresión. Como en casi todos los problemas de la mente, el problema
reside en andar por los extremos, ni es bueno estar extremadamente contento, ni
tampoco estar depresivo, ambos casos nos nublan el raciocinio, convirtiendo
nuestras reacciones y juicios en subjetivos, lo cual nos podría llevar a
reacciones incorrectas o equivocadas, favoreciendo la inestabilidad emocional y
afectiva. Conocemos con el nombre de ciclotimia a el estado de pasar la
persona de estados depresivos a estados de exaltación de forma alternativa. Todos tenemos variaciones anímicas, las cuales hemos de ir
armonizando, es decir, frenando nuestros impulsos para no perder el control y
dejarlos salir libremente, solo así conseguiremos coherencia y sosiego en
nuestra mente. Para tener las cosas "colocadas” en nuestra mente, siempre
debemos tener controladas las reacciones de nuestra mente, reaccionar con
paciencia y tranquilidad, analizando los datos, las reacciones de los demás y
las propias y sólo después de analizarlas, reaccionar o hablar. Solo siguiendo la recomendación anterior evitaremos en gran número
de ocasiones, tener que arrepentirnos de nuestros actos o palabras. Si reaccionamos o hablamos sin pensar, con un extremo
sentimiento de alegría o de rabia, probablemente realicemos actos, o digamos
palabras de después nos harán tener que arrepentirnos de haberlas dicho. |
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