17:34:27 Avidez |
En esta ocasión, seguimos viajando por las zonas oscuras de la mente humana, de la mano de Ramiro Calle, en su libro "Las zonas oscuras de tu mente”. Hoy os escribiré sobre la avidez, que el diccionario de la lengua española la define, como el ansia o deseo muy fuerte de conseguir algo. Ramiro nos define este "digámosle” sentimiento, como un deseo incontrolado muy negativo, la avidez consigue que poseamos un deseo tan poderoso de algo, que nos hace ser mala gente, y no importarnos nada, ni nadie para obtener nuestra meta. El combatir la avidez es tarea difícil y cada día está más desarrollada en la sociedad donde vivimos. El apego que nos hace sentir ese deseo ávido, puede llegar a obsesionarnos y no dejarnos ver claras las cosas. Las personas ávidas, se pasan la vida perjudicando, engendrando hostilidad y enemistad, para lograr sus objetivos a cualquier precio. Ramiro Calle, nos dice del apego, que causa tanto dolor propio como ajeno, haciéndolo una fuente de esclavitud. También nos divide los deseos en dos tipos de deseo. Los deseos naturales, son los deseos que no perjudican a las demás criaturas, ni tan sólo a nuestros propios deseos. Los deseos artificiales son los deseos de los demás, proyectados en nosotros mismos, son los deseos que perjudican a los demás. Ramiro nos recomienda que deberíamos saber diferenciar nuestros deseos, e ir dándoles una orientación constructiva, impidiéndole a los deseos artificiales que nos esclavicen. También Ramiro, nos cuenta, muy acertadamente, que muchas personas buscando la felicidad, no la encuentran, todo lo contrario, la alejan. Estoy muy de acuerdo con Ramiro Calle en este punto, muchas veces tenemos la felicidad, pero somos tan ciegos que no la vemos, solemos fijarnos más en los problemas de la vida diaria sin sabers apreciar las pequeñas cosas que nos da la vida, y justamente en ellas es donde se esconde la felicidad. Aunque tengamos problemas (todos tenemos problemas siempre, mayores o menores, pero siempre hay alguno, afortunado quien no los tenga) podemos disfrutar simplemente de sentarnos en nuestro sillón favorito y escuchar una canción que nos guste, fumarnos un cigarro, la fabulosa sensación de un vaso de agua fresca cuando tenemos mucha sed… Con la avidez y el apego solemos perseguir lo que no es, en lugar de apreciar lo que es y aprender de ello, queremos lo que no es, pero tenemos expectativas de que sea, generándonos ansiedad por desear lo que no poseemos y anhelamos. Cuando las personas se frustran por sus anhelos, suelen reaccionar con violencia u odio para intentar conseguir sus anhelos. También Ramiro Calle nos define la mente con tres raíces insanas y tres raíces saludables, las saludables serian la lucidez, la generosidad y el amor, las insanas, la ofuscación, la avidez y el odio. Lo suyo es potenciar esas raíces saludables y poco a poco ir eliminando las insanas, ganaremos nosotros y todos los que nos rodean. |
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