Los modelos mentales fijos, consisten en el análisis y posterior reacción, que nuestro cerebro crea ante un acto o situación, basándose en otros sucesos, aprendidos con anterioridad, pero respondiendo de forma automática, sin analizar esta nueva situación, aprovechando los datos contenidos en el, relacionándolos con los datos actuales y actuando en consecuencia.

Nuestra mente es algo así como una caja, que va guardando todos nuestros recuerdos, conocimientos, sentimientos, etc, de forma anárquica y desordenada.

Todos estos datos que guarda nuestra mente, condicionan nuestra personalidad, así como accionan los automatismos propios de la mente, lo cual nos roba la libertad de actuar según nuestro razonamiento, sería lo que nos hace reaccionar por impulsos.

Las personas solemos dejarnos influir por estos condicionamientos (el automático del cerebro), y no ser nosotros los que gobernemos nuestra mente, de ello se encarga el automático.

Pare evitar estas reacciones automáticas es aconsejable la meditación, a través de la cuál lograremos pensar con mayor claridad y precisión, evitando las reacciones mecánicas de la mente, buscando un nivel psíquico limpio y claro.

Con ello evitaremos sufrimientos neuróticos, aumentando la calidad mental y emocional en nuestra mente y en nuestra vida.

Estos condicionamientos, los cuales tenemos guardados arbitrariamente en el interior de nuestra mente, frustran el desarrollo de la persona, pudiendo llegar a ser los causantes de ansiedad o depresión, puesto que la libertad de nuestra mente está condicionada por sucesos y situaciones que han ocurrido en el pasado.

La sociedad en la que vivimos potencia además, el consumismo, la envidia, el narcisismo… en lugar de potenciar el desarrollo de la personalidad de cada mente.

En la vida, los problemas son repetitivos y continuados, pero estos problemas tienen su mensaje, el aprender de ellos y estar preparados para el siguiente problema sabiendo cómo afrontarlo, pero si nos aferramos a nuestras ideas preconcebidas, cometeremos los mismos errores mil y una vez, hemos de tener una mente abierta que vaya aprendiendo de cada uno de los problemas que la vida nos presente.

Si no tenemos la mente abierta y nos aferramos con uñas y dientes a nuestras ideas, sin escuchar las de los demás, sin analizarlas, no conseguiremos tener una mente ágil y rápida, solo tendremos una mente oxidada, que simplemente se dejara llevar por su automático y por la influencia de lo que nos rodea y quienes nos rodean, llegando a poder padecer una depresión por tener nuestra mente estancada y dejándola depender de elementos externos y su automático.

Es más, si tenemos muy clara una verdad, no tenemos derecho a imponerla a nadie, se la podemos mostrar, pero depende de la otra persona que la admita o no, además también puede ser que nuestra verdad, para los demás no sea la verdad.