16:20:49 La cigarra y la lima |
Hace días que no os comento ninguna fabula de Esopo, pues hoy,
llego el turno a otra de sus fábulas. En este caso me referiré a una titulada "La comadreja y la
lima”
Se
introdujo una comadreja en el taller de un herrero y se puso a lamer una lima
que ahí se encontraba.
Al
cabo de un rato su lengua arrojaba sangre en abundancia, y la comadreja se puso
muy feliz pensando que había arrancado algo al hierro, hasta que acabó por
perder su propia lengua.
Piensa siempre que si haces un daño, tarde o temprano éste regresará
contra ti. Como le ocurre a la
comadreja, que por su ansia de zamparse la lima perdió su lengua, les ocurre a
muchas personas. Aunque la mente humana es
tan amplia, que existen diversos tipos de personas que se comportan como la
comadreja. Uno de esos tipos es esa
persona, es esa que un día te pide un favor, a los pocos días vuelve a pedirte
otro favor, y al final se acostumbra a tenerte a su disposición. Esa persona que se
acostumbra a pedir favores constantemente, generalmente no da nada a cambio, al
final, tu y el mundo os cansáis de
hacerle favores, el opina que tú y el mundo son malos, aunque esta persona se
ha aprovechado del mundo. Otro tipo de persona,
desea algo con tantas ganas, pongamos un coche como ejemplo, pero podría ser
cualquier otro objeto. Imaginemos que el vecino
se compra coche nuevo, pues nosotros no vamos a ser menos, vendemos nuestro
viejo coche y con lo que nos dan, pagamos la entrada del nuevo y el resto, a comodísimos
plazos mensuales… pero como nuestro presupuesto es escaso y hemos de pagar los
comodísimos plazos, pues no nos llega para ponerle gasolina y tenemos coche
nuevo, pero aparcadito que gasta ¿no era mejor el viejo? Pero aquí no se termina
la cosa… y si llegamos a un punto que no podemos pagar los plazos… pues nos
quitan el coche y nos vamos a patita que es muy sanito. Pero la cosa aún puede
ser peor, nos roban el coche o en un accidente lo rompemos ¿Qué ocurre
entonces? Algo muy simple, vamos a
patita que sigue siendo sano, no tenemos coche, ahorramos en gasolina, pero
seguimos pagando esos cómodos plazos de un coche que no tenemos. También suele ocurrir
algo parecido a lo que le ocurre a la comadreja con los sentimientos, al igual
que con las cosas. Cuando nos enamoramos,
especialmente, es bastante habitual sentir un sentimiento extremo, obsesivo, se
llega a tal punto que deseamos tanto a esa persona (nos corresponda con sus
sentimientos o no), que nuestro sentimiento amoroso no nos permite pensar con
fluidez, nos quita el hambre, etc. Todas estas formas de
comportamiento y mas que hay, son tan destructivas como el lamer la lima la
comadreja. En el primero de los
casos el egoísmo del que pide favores, le destruye la amistad de los que lo
rodean y el servirse de esos favores. En el segundo de los
casos, la envida del coche del vecino no te hace perder la lengua, pero si lo
que tenias. En el tercero la obsesión
por un sentimiento te hace enfermar.
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