07:00:31 Indiferencia |
Mientras el desprendimiento consiste un sentimiento
saludable, el desasimiento es un sentimiento sano, y el sentimiento de desapego,
son generalmente muestra de equilibrio mental. Recordaremos el significado de estos sentimientos. El desapego, consiste, en el buen sentido de la palabra, en
la actitud o sentimiento, en que nuestra mente, nos permite relacionarnos con
nuestras ideas y emocione, con personas y situaciones de nuestro entorno. Es desasimiento, es el sentimiento que podríamos definir como
desprendimiento, desapego de nuestras ideas, para dejar espacio a otras, cuando
nuestra mente considera que la idea nueva es mejor que la que poseemos, pensado
de una forma racional. El desprendimiento es sinónimo de despedidas, es algún
sentimiento que se genera, por algún cambio importante en nuestras vidas, un
cambio de trabajo, el exilio, una separación, un divorcio, la muerte, pero es
muestra de equilibrio mental, poder sobrevivir al desprendimiento sin que este
sea un trauma para nosotros. La indiferencia, es otro de los muchos errores de nuestra
mente, como lo son todos los sentimientos extremos, ya que la indiferencia es sinónimo
de insensibilidad, de frialdad emocional. Cuando se intensifica la indiferencia, esta detiene nuestro
crecimiento interior y nuestra autorrealización puesto que todo nos da igual,
pasamos de todos, dejamos que nuestra vida camine hacia donde sopla el viento,
en lugar de ser nosotros los que regimos nuestra vida. La indiferencia nos endurece, nos hace insensibles, nos
acartona, evita que sintamos afecto por quienes nos rodean, nos acoraza y llega
incluso a aislarnos interiormente. La indiferencia generalmente es un sentimiento neurótico,
autodefensivo, que nos defiende del miedo, a ser menospreciados, heridos,
juzgados o ignorados por los demás. Curiosamente la indiferencia puede ir asociada tanto a la
prepotencia y la arrogancia como a la modestia y la humildad. Los ególatras suelen ser indiferentes a todo lo que les
rodean, solo ven su propio yo. La indiferencia, suele ser una defensa de nuestra mente, que
nos protege cuando tenemos dificultades con relacionarnos con los demás, así la
persona indiferente, se suele encerrar en sí misma, para estar protegida dentro
de su yo, aislándose de las situaciones y personas que lo rodea. El sentimiento de indiferencia, también puede ser una
protección de un persona demasiado sensible, la cual con este sentimiento de indiferencia,
se auto defiende por miedo a padecer dolor, por falta de cariño o por cualquier
otra causa que le hacen recurrir a la autodefensa. También hay casos, donde la persona recurre a la auto
idealización o al perfeccionismo extremo, para demostrar al mundo su valía. Para poder desarrollar correctamente nuestra mente, es
necesario saber cuáles son nuestras auto defensas y aprender a controlarlas,
analizarlas para poder tener una vida plena. En muchos casos esta indiferencia comienza en la
adolescencia, donde muchos adolescentes recurren a ella para sobrevivir psíquicamente
a los demás.
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