08:32:31 Evasión de la mente |
En el día de hoy haremos una nueva incursión en los problemas
de nuestra mente. Cuando nuestra mente recurre a la evasión, significa que ha
renunciado a luchar recurriendo a protegernos, evadiendo el problema o la situación. Esta defensa, utilizada al igual por jóvenes y viejos
consiste en utilizar técnicas de huida. Nuestra mente para solucionar los problemas que van
apareciendo tiene dos sistemas para solucionarlos, la intrepidez (enfrentarse a
los problemas) o el escapismo (eludir los problemas). Cuando la mente se enfrenta a los problemas, consigue asentar
sus ideas aumentando nuestra madurez. En definitiva, mirar las cosas como son, asumirlas e intentar
conseguir el mejor camino posible para solucionar un problema o cuestión. El otro sistema, el escape, se suele utilizar con
autoengaños, subterfugios y mentiras psíquicas para amortiguar sus efectos y creándonos
inseguridad. Lo interesante es tener intrepidez, responsabilizándonos de
nuestros actos así como de nosotros mismos, si abusamos de la evasión,
generalmente culpabilizaremos a los demás, no seremos responsables, ni
llegaremos a obtener la madurez mental. Cuando las personas escapan, simplemente su mente no madura,
frena sus recursos aletargándolos, ocultan la realidad aferrándose a su
infantilismo, recurriendo a la fantasía, las suposiciones, lo cual imposibilita
su correcta vida anímica o incluso degradándola. Las personas se evaden, generalmente por falta de confianza
en sí mismas, no aceptarse a sí mismas, o simplemente no saber utilizar sus
capacidades internas. La evasión genera en nuestra mente angustia, fragmentación y
dolor, al no poder con las situaciones que se generan dentro y fuera de la
mente, es algo así como cuando nos tapamos los ojos para no ver, en lugar de
enfrentarnos a la situación, perdemos la posibilidad de crecer interiormente y
madurar nuestra mente. La evasión se muestra en diversos campos de la vida, las
personas suelen evitar todo tipo de responsabilidad, de compromiso en todo tipo
de situaciones, sean laborales, personales o familiares. Todas las causas que imposibilitan nuestros impulsos tienen
como resultado el desajuste emocional, el cual lo mostramos en forma de
frustración o conflicto, lo cual nos genera ansiedad, donde una de sus posibles
defensas es la evasión. |
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