17:01:34 El sentimiento del desánimo |
En el día de hoy explicaremos, en qué consiste el sentimiento
del desanimo y como luchar contra él. En ocasiones, la vida nos presenta dificultades muy difíciles
de superar, pero en muchos casos, nuestro peor enemigo es nuestro propio
cerebro, el cual solito se encarga de protegernos exageradamente, motivo por el
cual nosotros nos alarmamos, nos auto compadecemos y permitimos que nos llegue
el miedo, la angustia, la depresión… El sentimiento de desánimo, nos suele aparecer en ocasiones, generándonos
una sensación de cansancio (sin tener motivos para ello), sin ganas de hacer
nada, pero curiosamente sintiendo una sensación de vacío (aburrimiento). El sentimiento de desánimo generalmente nos genera una falta
de energía psíquica o física, que puede ser conocida o desconocida, pero que la
sentimos como algo negativo. En estos momentos, siento personalmente ese sentimiento de
desánimo, esta mañana (aunque no ha sido agobiante), ha sido dura en el
trabajo, esta semana he tenido que trabajar más horas de las que suelo
trabajar, ayer ,hasta por la noche (cuando estaba a punto de acostarme), tuve
que ir a trabajar, además de durante el día y de premio esta tarde seguramente
tenga que ir a trabajar de nuevo (solo trabajo en jornada de mañana). Realmente ando cansado y sin muchas ganas de hacer nada, de
hecho he pensado en la posibilidad (después de comer), de tumbarme en el sofá a
dormir la maravillosa siesta española (no suelo dormirla), pero a pesar de
estar cansado he preferido ponerme a escribir mi habitual artículo, si me apetece
después (si no me llama para ir a trabajar, que creo que en un rato me
llamaran), ponerme un ratito a pintar un cuadrito, con una fresquita botellita
de agua al lado. Ciertamente, si fuera depresivo, me habría tumbado en el sofá,
que se pare el mundo, estoy cansado, agotado… y simplemente habría pasado la
tarde durmiendo, hasta que sonara el teléfono,saltar de sofá, sobresaltado y
lagañoso salir corriendo, cuando llegue una pieza que estamos esperando y se "espera”
que este lista a media tarde. De hecho, cuando me he sentado delante del ordenador, me he
quedado unos breves minutos mirando la pantalla vacía, pensando sobre que
escribir,o quizás en volver a cerrar el ordenador y abrazarme a mi sofá… pero qué
puñetas, ya dormiré por la noche, además escribir me gusta (ya veis los
testamentos con los que suelo castigaros día tras día), pues a escribir y si
una vez terminado el articulito, el tiempo lo permite a preparar un cuadro
sobre la violencia de género, que será la ilustración de uno de mis próximos articulitos. Cuando en nuestra mente se nos enciende la bombillita que nos
dice que el desánimo esta activo, la mejor solución es buscar rápidamente
buscar remedios para encontrar el ánimo. El antónimo del sentimiento del desánimo es el ánimo, su
mejor remedio es la auto motivación, como en mi propio ejemplo de hoy, que os
reconozco que estoy cansado, que podría acostarme en mi sofá, o hacer algo como
escribir el post que no cansa físicamente, me gusta realizarlo y le da dos
tortas al desánimo. El ánimo podríamos describirlo como una fuerza vital, una
energía, un aliento, el sentimiento de desánimo es la ausencia de esa fuerza
vital. El desánimo nos baja el nivel de conciencia, oscureciendo
nuestra visión, nos abruma, nos desconcentra o nos quita las ganas de hacer
cosas, incluso puede llegar a despertar el sentimiento del abatimiento. En primer lugar hemos de eliminar la autocompasión, ella
debilita nuestra confianza en nosotros mismos, así como la confianza que los
demás depositan en nosotros. La solución a los problemas, no consiste en culpar a los
demás de ellos, hemos de tener bien claro que los que hemos de solucionar
nuestros problemas somos nosotros mismos ¿acaso nuestra misión es solucionar
los problemas al mundo?, pues la misión del mundo no consiste en cargar con
nuestros problemas. Cuando tenemos algo pendiente, y la mente habitualmente nos
dice que no merece la pena realizarlo, es nuestra misión dominar nuestra mente,
enseñarla a valorar si esa cuestión pendiente merece la pena realizarla o no,
jamás habitualmente dejar la cuestión aparcada. Hemos de aprender de los problemas y dificultades que nos
genera la vida, cada problema que solucionamos aumenta nuestro ego, fortaleciendo
nuestra mente, preparándonos para futuros problemas, que gracias a las
enseñanzas de las adversidades de la vida, cada vez serán problemas más
pequeñitos. Ciertamente, todas las situaciones de esta vida tienen su
parte positiva y su parte negativa, hemos de simplificar los problemas, si
estos son grandes, trocearlos e ir venciéndolos poco a poco, aprender de ellos
y pintar una sonrisa en nuestra cara, con estar amargados solo conseguimos
mentalizarnos en que somos unos desgraciados y de postre, amargaremos a quienes nos rodean.
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