07:06:21 Dependencia |
Hace días que no os publico nada sobre la mente y en esta
ocasión ya tocaba. En esta ocasión hablaremos de la dependencia, como habitamos
en una sociedad, todos dependemos de todos, pero como siempre, cuando nos vamos
a los extremos, una cosa buena se convierte en un problema. Realmente desde que nacemos somos dependientes, al nacer
dependemos del alimento y la protección que nos proporcionan nuestros padres,
con la niñez y la adolescencia, se van aflojando las cuerdas que nos atan a nuestros
progenitores y se acortan las cuerdas que nos unen a nuestros amigos, cuando
tenemos pareja, continúan aflojándose las cuerdas que nos atan a nuestros
padres, se aflojan las de los amigos y se acortan las que nos unen a nuestra
pareja y así sucesivamente, vamos acercándonos y alejándonos de nuestro entorno
más cercano durante toda nuestra existencia. También dependemos del carnicero, del basurero, del médico… Dependemos de que al dar al interruptor de la luz esta se
encienda o no, dependemos de que al abrir el grifo salga o no salga agua… Aunque en muchos aspectos de nuestra vida somos dependientes,
dentro de esa dependencia han de haber ciertas libertades, cuando la
dependencia es exacerbada hacia algo, ahí tenemos el problema. Realmente, todo tipo de dependencia nos roba la libertad
interior, frena el autodesarrollo y nos separa de nuestro yo personal. En muchas ocasiones desplaza el propio yo, al de otra persona
o cosa para descargar la responsabilidad de los actos, provocando un falso
alivio, desplazando los sentimientos propios a los sentimientos y deseos de
otros. Con la dependencia, algunas personas obtienen una falsa
solución a su sentimiento de inferioridad, la inseguridad, el miedo y la
angustia vital, o se recurre al alcohol, las drogas o cualquier otro recurso. Existen casos donde la dependencia se vuelve patológica, hay
casos como los sado masoquistas, donde una persona de entrega con docilidad y
la otra se hace dominante. En el caso de docilidad de la persona dependiente, en los
casos de sado masoquismo, la persona sometida, suele tener inseguridad, ego
dividido, carencias afectivas, irresponsabilidad, miedos, baja valoración, poca
autoestima, así busca un terreno seguro en la persona dominante, terreno donde
se encuentra la persona dependiente encuentra una falsa seguridad. Esto también ocurre
entre discípulos y maestros, también suele ocurrir entre enamorados,
donde la dependencia mórbida es muy habitual, por la necesidad de sentirse
amado por una determinada persona, es algo imprescindible para la subsistencia
del enamorado. Todas las personas nacen libres, pero cuando aparece la
dependencia mórbida se pierde esta libertad, se obnubila la mente, la visión se
oscurece, no consigue responsabilizarse de los actos, ni consigue crecimiento
interior, al esclavizarse de lo que le domina. La necesidad de dependencia es una tendencia neurótica que se
soluciona conociéndose una persona así misma, pensando,
razonando, ordenando la mente y tomando decisiones propias, dejando
progresivamente el sometimiento. |
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