Aunque hace un montón de tiempo que no os coloco ninguna receta de cocina, sigo robando la cocina a mi mujer, cuando se despista.

Ayer cuando se despisto, hice una de las mías, y prepare dos bocadillos en el horno, llenando la cocina de harina, puesto que hice hasta la masa del pan, haciendo constar que limpie yo lo manchado.

La verdad que la presencia de los bocadillos se podía mejorar bastante, su sabor era estupendo y además fueron realizados con sobras que había en la nevera.

También os voy a dar las cantidades que puse, aunque la verdad que los bocadillos salieron demasiado grandes para comérselos un solo comensal.

Ingredientes para dos bocadillos (enormes)

250 g de harina

150 g de agua

1 sobre de levadura (si es fresca, mejor)

Sal

1 lata de pimientos rojos de lata

5 lonchas de beicon ahumado

2 quesitos (tipo caserío)

4 lonchas de queso

½ lata de anchoas

Preparación:

En primer lugar prepararemos la masa del pan.

En un recipiente, introduciremos los 250 g de harina, los 150 g de agua, la levadura (si es fresca la desharemos con los dedos) y la sal (sin abusar, que las anchoas ya tienen sal).

Amasamos toda esta mezcla, hasta que no se nos pegue en los dedos, si es necesario se puede añadir un poco mas de harina, si queda dura la masa se deberá añadir un poco mas de agua, aunque si mantenéis las proporciones a mi quedo bastante bien.

Una vez bien amasada, se espolvorea un poco de harina en un recipiente, se introduce la bola de masa en su interior, dejándose reposar durante una hora, tapando la masa con un trapo limpio, para esperar a que la levadura haga subir la masa.

Pasada esta hora, la masa tendrá alrededor del doble de su tamaño original.

Cortamos la masa por la mitad estirándola en la encimera con el rodillo, formando dos rectángulos de masa (sin olvidar espolvorear de harina la encimera y el rodillo para poder trabajar la masa sin que se nos pegue).

Sobre los rectángulos de masa colocamos el beicon, las anchoas y ambos quesos (cada cual puede añadir los ingredientes que prefiera).

Se enrolla la masa sobre si misma, de forma que vayan enroscándose también el conjunto de ingredientes junto con la masa.

Con un pincel de cocina pintamos los bocadillos con el aceite sobrante de las anchoas para que nos quede dorado el bocadillo (si no ponéis anchoas, podéis poner aceite de oliva o girasol).

Sobre la rejilla del horno colocamos papel de hornear, así no se nos desmontara el bocadillo y le llegara mejor el calor que en la bandeja del horno.

En ese momento, encendemos el horno a unos 200 g, para que se nos vaya calentando.

Practicamos unos cortes sobre el bocadillo con un cuchillo afilado, para que no se nos rompa la masa al hornearse y dejamos reposar los bocadillos 15 0 20 minutos, tapaditos con un trapo limpio, para que la levadura suba la masa y nos quede un bocadillo esponjoso.

Pasados esos 15 o 20 minutos, introducimos rejilla y bocadillos en el horno, unos 30 minutos (ir vigilando el grado de cocción, hasta que estén del color de vuestro gusto), podéis también gratinar los bocadillos a ultima hora si fuera necesario darles un poco mas de color, 5 o 10 minutos bastaran.

¿Os imagináis lo rico que estará un bocadillo calentito, horneada la masa por vosotros mismos?

Esta receta es ideal para gastar sobras que tengáis perdidas por la nevera, carne, pescado, pollo, etc…